La depresión en la Biblia: cómo encontrar sanación según Santa Hildegarda de Bingen

La tristeza según San Francisco de Sales

La depresión crónica, también llamada trastorno depresivo persistente, es un estado prolongado de tristeza y desesperanza. Aunque sus síntomas pueden parecer menos intensos que los de una depresión mayor, son constantes y afectan profundamente la vida diaria.

Según la Organización Mundial de la Salud, los trastornos depresivos incluyen:

• Episodio depresivo mayor: tristeza intensa, pérdida de placer, fatiga y pensamientos suicidas.

• Distimia: síntomas menos severos pero prolongados por más de dos años (o uno en adolescentes).

La tristeza según San Francisco de Sales

En “Introducción a la vida devota”, San Francisco de Sales explica que:

“La tristeza es el dolor del espíritu causado por el mal que se encuentra en nosotros contra nuestra voluntad”.

Esta tristeza, si no se enfrenta con virtud, conduce a la inquietud, la desesperación y la esclavitud emocional. La comparación del alma con un pájaro atrapado en redes que se enreda más al luchar simboliza cómo nuestros intentos impulsivos por liberarnos solo agravan el malestar. El remedio espiritual es la paciencia, la humildad y la confianza en Dios.

Caso real: María y su lucha con la depresión

María tiene 52 años, es madre de dos hijos con autismo. La difícil relación con su hija la ha llevado a una profunda tristeza y desesperanza.

“Siento una tristeza profunda… no sé qué más hacer para que mi hija entienda. A veces callo, otras veces exploto. Pero me duele el desprecio”.

Este conflicto ha desencadenado en ella una depresión, agravada por:

• Sentimiento de rechazo

• Amor desordenado hacia su hija

• Soberbia espiritual (querer imponer su visión)

• Cobardía (callar por miedo)

• Ira y desesperación

¿Qué virtudes necesita María para sanar?

María ha colocado su felicidad en lo que su hija hace o deja de hacer, perdiendo así su centro: Dios. Es necesario volver a un amor ordenado, que respete la libertad del otro y confíe en la Providencia.

El enfoque holístico de Santa Hildegarda de Bingen

Según Santa Hildegarda y el Dr. Wighard Strehlow en “Adiós tristeza” y “Manual de Medicina de Santa Hildegarda”, la sanación de la depresión debe abordarse en cuatro niveles:

1. Plano físico

• Dieta basada en espelta, frutas y legumbres.

• Dormir bien y profundamente.

• Remedios naturales: zaragatona, hinojo, galletas de la alegría.

• Bebida de raíz de aro (solo raíz seca, nunca las bayas rojas).

• Limpieza intestinal con electuario de pera e hinojo.

2. Plano psíquico

• Identificación de los vicios espirituales y aplicación de virtudes.

• Terapia con piedras preciosas (ej. calcedonia azul).

• Examen de conciencia diario.

• Diario personal para transformar la tristeza:

3. Plano natural

• Equilibrio de los 4 elementos: tierra, fuego, agua, aire.

• Contemplación de la naturaleza.

• Rechazo del ayuno en personas tristes, para no quitarles la alegría de vivir.

4. Plano divino

• Restaurar la relación con Dios.

• Meditación diaria.

• Confianza en la Voluntad divina como fuente de orden interior.

¿Qué haría Jesucristo en el lugar de María?

Jesús no impone. Acompaña, corrige con amor y respeta la libertad del otro. María está llamada a actuar con asertividad, orar, ofrecer sus sufrimientos y confiar en que Dios obra incluso en el silencio y la aparente oscuridad.

“Dios ha establecido una natural monarquía en la voluntad… y el amor es el primer motor del alma”.
— San Francisco de Sales

Conclusión: ¿Cómo transformar la depresión en alegría interior?

María puede sanar si:

• Acepta que no puede controlar a su hija, pero sí su propia actitud.

• Recupera su libertad interior poniéndose en manos de Dios.

• Aplica un amor ordenado que no exige, sino que ama y espera.

• Trabaja en su sanación física, emocional, natural y espiritual según Santa Hildegarda.

La tristeza no tiene la última palabra. La esperanza, la fe y la caridad bien vividas devuelven al alma su alegría de vivir.