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Día 16. La pereza espiritual según Santa Hildegarda de Bingen

Blog, Espiritualidad

Día 16. La pereza espiritual según Santa Hildegarda de Bingen

Santo Tomás de Aquino explica que la acedia, un tipo particular de pereza, es una tristeza o rechazo frente a los bienes espirituales. En otras palabras, es una resistencia interior a lo que viene de Dios, una falta de deseo por lo que es bueno y santo.

Por eso, la pereza es considerada uno de los siete pecados capitales. No se trata solo de flojera física, sino también de una actitud del alma que evita los esfuerzos necesarios para crecer en la fe, cumplir con las responsabilidades y amar activamente.

Además, puede mostrarse en el descuido de la oración, el servicio a los demás y la formación personal. Así, es un obstáculo que frena el avance hacia la santidad

Ilustración de la pereza espiritual según Santa Hildegarda

¿Qué es la pereza mental?

La pereza mental es cuando la persona evita pensar, estudiar, concentrarse o tomar decisiones que requieren reflexión. En lugar de afrontar los desafíos con responsabilidad, se cae en la pasividad y en la búsqueda constante de distracción.

Algunos ejemplos comunes son:

  • No leer ni formarse, a pesar de tener tiempo.

  • Dejar decisiones importantes para después.

  • Conformarse con ideas superficiales o modas del momento.

  • Rechazar el diálogo profundo.

  • Negarse a cambiar formas de pensar dañinas.

Así, el pensamiento se vuelve perezoso, y esto empobrece el alma.

¿Cómo se manifiesta la pereza espiritual?

El Catecismo de la Iglesia Católica señala que la pereza espiritual —también llamada acedia— es una especie de tristeza frente a lo espiritual. En el número 2733 dice:

“Los Padres espirituales entienden por ella una forma de aspereza o de desabrimiento debidos a la pereza, al relajamiento de la ascesis, al descuido de la vigilancia, a la negligencia del corazón.”

Esto quiere decir que no es solo flojera, sino un desinterés profundo por Dios. Esta actitud nos hace tibios, nos vuelve indiferentes a la oración, la misa, la confesión o el servicio.

Se puede notar en conductas como:

  • No querer rezar, aunque haya tiempo.

  • Asistir a misa sin verdadera atención.

  • Perder el gusto por las cosas sagradas.

  • Sentir rechazo por el esfuerzo espiritual.

  • Evitar compromisos de fe.

Este tipo de pereza se combate con humildad, oración y pequeños actos concretos de amor.

¿Qué dice la Biblia sobre la pereza?

La Sagrada Escritura habla con claridad sobre la pereza. Por ejemplo, en Proverbios 6:6-11, se nos invita a imitar a la hormiga, que trabaja sin descanso. También en Proverbios 10:4-5, se nos enseña que la pereza lleva a la pobreza, no solo material sino también espiritual.

Además, San Pablo escribe en 2 Tesalonicenses 3:10: “El que no quiera trabajar, que tampoco coma.” Y Jesús, en la parábola de los talentos (Mateo 25:26-30), reprende con firmeza al siervo que no usó lo que se le confió por flojera y miedo.

Por lo tanto, es claro que la pereza no es una debilidad sin importancia: es una actitud que contradice el llamado al amor activo, generoso y fecundo.

Consecuencias físicas de la pereza

Santa Hildegarda de Bingen, a través de su medicina natural y espiritual, nos advierte que la pereza no solo daña el alma, sino también el cuerpo. Según el Dr. Wighard Strehlow, en La psicoterapia de Santa Hildegarda (2022), esta actitud genera enfermedades físicas concretas.

Por ejemplo:

  • Dolor de espalda o isquialgia

  • Cansancio crónico y agotamiento

  • Debilidad hormonal

  • Falta de deseo sexual

  • Enfermedades renales

  • Cálculos

  • Reumatismo

  • Varices

  • Obesidad

  • Problemas cardíacos

  • Hemorroides

  • Artritis o artrosis

  • Depresión

  • Baja autoestima

Como puedes ver, el cuerpo también paga las consecuencias cuando dejamos que la apatía se instale en la vida diaria.

Consecuencias personales y espirituales

Además del daño físico, la pereza tiene efectos muy serios en nuestra vida cotidiana y en nuestra relación con Dios.

Entre ellos podemos mencionar:

1. Falta de logros y sentido de frustración

La persona perezosa no avanza, no crece, no aprovecha sus talentos. Esto genera una sensación constante de vacío y mediocridad.

2. Problemas en el trabajo o los estudios

El desorden, los retrasos y la baja productividad hacen que la persona pierda oportunidades importantes, credibilidad y motivación.

3. Dificultades en las relaciones

La pereza afecta también la calidad de nuestras relaciones. Si no hacemos el esfuerzo por amar, acompañar y servir, las relaciones se enfrían o se rompen.

4. Pérdida de visión espiritual

La falta de oración y compromiso con la fe debilita el alma. Poco a poco, se pierde la sensibilidad espiritual y se apaga la luz interior.

Por consiguiente, la pereza es una cadena que nos ata, tanto en lo visible como en lo invisible.

Conclusión: Vencer la pereza con la gracia

En resumen, la pereza es más que una costumbre: es una actitud que cierra el corazón al amor. Santa Hildegarda nos recuerda que Dios nos creó para vivir con energía, luz y propósito.

Combatir este mal es posible. Con pequeños actos diarios de amor, oración constante y vida ordenada, podemos despertar del letargo. Así, la gracia de Dios nos renovará y podremos vivir con sentido.

Pidamos al Señor la virtud de la diligencia, que nos mueve a actuar con prontitud por amor. Porque toda tarea, incluso la más sencilla, puede ser una ofrenda si se hace con fe y alegría.

Descubre el poder sanador de la medicina de Santa Hildegarda. En nuestro blog, te invitamos a explorar las enseñanzas de Santa Hildegarda, una sabia visionaria que nos dejó un legado de salud y curación basado en la naturaleza. Aprende con nosotros a recuperar tu salud con la medicina de Santa Hildegarda de Bingen

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Respuestas a Preguntas Frecuentes sobre Santa Hildegarda de Bingen

¿Qué hizo santa Hildegarda

Santa Hildegarda es conocida por sus contribuciones a la música, medicina y ciencias naturales, así como por sus escritos teológicos y visiones místicas. Es Doctora de la Iglesia.

¿Qué es la medicina de Santa Hildegarda?

La medicina de Santa Hildegarda es asímismo, una práctica holística que integra cuerpo, alma y espíritu, utilizando remedios naturales. Basada en las visiones y revelaciones de Hildegarda de Bingen, esta medicina abarca aspectos físicos, emocionales y espirituales de la salud.

¿Cuándo es el día de Santa Hildegarda?

El día de Santa Hildegarda se celebra cada año el 17 de septiembre.

¿Cuántas obras compuso Hildegard von Bingen?

Hildegard von Bingen compuso una variedad de obras musicales, incluyendo 43 antífonas, 18 responsorios, 4 himnos, 7 secuencias, 2 sinfonías, 1 aleluya, 1 kyrie, 1 pieza libre y 1 oratorio, sumando un total de 78 obras musicales.

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