El tratamiento de la hipertensión arterial según Santa Hildegarda de Bingen

El tratamiento de la hipertensión arterial según Santa Hildegarda de Bingen

La hipertensión arterial (HTA) es una de las enfermedades más frecuentes en el mundo moderno y afecta silenciosamente a millones de personas. Según la visión de Santa Hildegarda de Bingen, su origen no es únicamente físico, sino también espiritual. En este artículo exploraremos cómo la santa alemana comprende esta enfermedad, su relación con los vicios espirituales y las propuestas que ofrece para el cuidado de la salud.

¿Qué es la hipertensión arterial?

La hipertensión arterial se define como un aumento anormal de la presión de la sangre en las arterias. Cuando este estado se mantiene, puede generar complicaciones graves para la salud y poner en riesgo órganos vitales.

Causas físicas de la hipertensión

De acuerdo con el documento, la hipertensión arterial puede aparecer tanto por factores hereditarios como adquiridos. Entre las causas más frecuentes se encuentran:

• Exceso de peso y obesidad.

• Alimentación inadecuada con exceso de sal o grasas.

• Sedentarismo y falta de actividad física.

• Consumo de alcohol y tabaco.

• Estrés constante.

Causas espirituales según Santa Hildegarda

Santa Hildegarda enseña que, además de los factores corporales, la hipertensión también tiene raíces espirituales. En su visión, la soberbia es el vicio que actúa como causa principal, pues cierra el corazón a la humildad y a la gracia de Dios.

Otros vicios que alimentan este mal son:

• Envidia.

• Ambición de gloria.

• Desobediencia.

• Amor desordenado a lo mundano.

Cada uno de estos vicios debilita al ser humano interiormente y predispone al cuerpo a enfermar.

El papel de la humildad en la sanación

Frente a la soberbia y los vicios, Santa Hildegarda propone la humildad como virtud sanadora. La humildad abre el corazón a Dios, libera del orgullo y permite recuperar la paz interior. Según su enseñanza, la sanación de la hipertensión no solo requiere un cambio en los hábitos físicos, sino también una renovación espiritual.

Tratamiento integral propuesto por Santa Hildegarda

El enfoque de Santa Hildegarda para la hipertensión combina tres dimensiones:

1. Cuidado físico

• Moderación en la alimentación.

• Incorporación de productos naturales y saludables.

• Evitar excesos que sobrecarguen al organismo.

2. Cuidado espiritual

• Practicar la humildad.

• Rechazar la soberbia y la envidia.

• Buscar un corazón sencillo y confiado en Dios.

3. Cuidado emocional

• Reducir el estrés.

• Vivir con equilibrio entre trabajo y descanso.

• Favorecer la paz interior como medicina preventiva.

Conclusión

El tratamiento de la hipertensión arterial según Santa Hildegarda de Bingen no se limita a medidas médicas o dietéticas, sino que integra cuerpo, alma y espíritu. Reconocer la soberbia como raíz de la enfermedad y cultivar la humildad permite no solo cuidar la salud física, sino alcanzar un estado de equilibrio interior.